martes, 25 de agosto de 2009

fallas y pliegues

Pliegues

Como se ha indicado con anterioridad, los símbolos que marcan las trazas de los ejes de los pliegues deben ser tratados como los contactos litológicos. Es decir, debemos proyectar en el corte topográfico la intersección del símbolo del pliegue con nuestro corte (A-B). De esta forma sabremos donde se localiza el plano axial del pliegue y, por tanto, el punto de inflexión en el que las capas cambian de buzamiento.
En este caso, el único símbolo de pliegue que aparece índica la presencia de un anticlinal en la zona central del corte (las flechas divergen).
Si observamos el mapa podemos comprobar que existe un segundo pliegue en la zona oeste, en este caso un pliegue sinclinal. Este pliegue no aparece marcado en el mapa con su símbolo correspondiente. No obstante, se observa la presencia de dos símbolos de buzamientos en un mismo material. Estos símbolos indican sentidos de buzamiento contrarios, lo que sugiere la presencia de un pliegue y como ambos señalan hacia la zona interna del material, éste debe ser un sinclinal..
En los cortes 3, 4 y 5 están representados pliegues cilíndricos, es decir, pliegues cuyos ejes no tienen inmersión.
No obstante, es habitual que los ejes de los pliegues presenten cierta inmersión; a estos pliegues se les denomina pliegues cónicos.
Vistos en planta, estos es, como en un mapa geológico sin topografía, los pliegues cilíndricos (ver cortes 3, 4 y 5) aparecen con las trazas de las capas paralelas al eje del pliegue. En cambio, los pliegues cónicos, aparecen con los cierres de los pliegues dibujando en la superficie la misma geometría, aproximadamente, que tiene el pliegue en profundidad.